Quítese décadas enteras
Desde luego algunos efectos de la edad fisiológica necesitan aceptarse de buena manera. Es probable que los músculos y los tendones no se estiren como alguna vez lo hicieron, cuando jugaba al avión, saltaba la cuerda o jugaba basquetbol en el deportivo, después de la escuela. Quizá no pueda correr tan rápido ni tan lejos por que su corazón y sus pulmones simplemente no tienen la capacidad que tenían.
Si pasa de los 40, no se sorprenda si al podar el jardín tiene molestias y dolores musculares.
En términos médicos, se diría que carece de flexibilidad, condición aeróbica y fuerza muscular, las tres categorías físicas en las cuales el ejercicio puede aportar muchos beneficios.
Al hablar de envejecimiento resulta difícil saber que es natural y que se debe a la inactividad. Muchos cambios orgánicos como la pérdida de la fuerza muscular, tendones y articulaciones rígidos, falta de energía y un corazón menos eficiente son más un asunto de desacondicionamiento (termino médico para indicar un mal estado físico) que malestares debidos a la edad.
Según el informe de consenso sobre la actividad física y la salud cardiovascular de los institutos nacionales de salud, uno de cada cuatro adultos (más mujeres que hombres) son sedentarios. Uno de cada tres adultos no hace suficiente ejercicio para mejorar su salud. Aunque es posible que escuche hablar más sobre la condición física, las estadísticas muestran que un número menor de personas no nos ejercitamos.
Durante las últimas décadas, hemos creado un ambiente de recreación basado en autopistas, centros comerciales y en suburbios a los que solo puede llegar en auto. Dejamos que el viento se lleve las hojas del patio en vez de recogerlas con un rastrillo. El trabajo de oficina también es más fácil. ¿Para que llevar un memorándum si puede enviar un correo electrónico?
Ya nadie se levanta de su asiento, y eso se debe a una filosofía que dice que lo que es bueno es fácil, y lo que es fácil es mejor. Primero eliminamos el ejercicio vigoroso y ahora estamos empezando a hacer lo mismo con la actividad moderada. Al envejecer, pensamos que debemos tomar las cosas con calma y renunciar a las actividades físicas que solíamos realizar.
Así que quizá ha dejado que se oxide su bicicleta. Tal vez camina por el campo deportivo en vez de participar en un juego de basquetbol o hace poco decidió que podar el césped era muy pesado y contrato a un joven vecino. Además, muchos sentimos que estamos demasiado ocupados y que no tenemos tiempo ni deseos de hacer ejercicio.
