Los Aditivos ¿Benéficos o Dañinos?


Los Aditivos ¿Benéficos o Dañinos?


Ventajas.
* Evitan que los alimentos se echen a perder.
* Mejoran la apariencia y el sabor de la comida.
* Algunos aumentan los valores nutritivos.

Desventajas.
* Algunos aditivos pueden exacerbar algunas enfermedades.
* Algunas personas susceptibles pueden tener reacciones alérgicas o adversas.

Por siglos se ha preservado, coloreado y añadido sabor a los alimentos. Algunos aditivos evitan la contaminación bacteriana; otras mejoran el sabor. ¿Representan algunos riesgos para la salud?

Sin aditivos (sustancia que han sido añadidas a los alimentos), el pan y los alimentos grasosos se volverían rancios rápidamente, y las frutas y verduras enlatadas perderían su firmeza y color. Pocos alimentos llegan hoy en día a los supermercados libres de aditivos.

Estos incluyen los conservadores para prevenir que los alimentos se echen a perder; las vitaminas y los minerales (nutrimentos inorgánicos) ya sea para reemplazar los nutrimentos perdidos durante el procesamiento o para aumentar su contenido nutricional; el azúcar, la sal y otros saborizantes para mejorar el sabor, y los colorantes para hacer que los alimentos, desde naranjas hasta las salchichas, resulten mas atractivos para la vista.

Actualmente se utilizan alrededor de 3,000 aditivos en la industria de los alimentos, de los cuales 2,157 son regulados por la Food and Drug Administration (FDA). Aunque muchas personas cuestionan la seguridad de estos aditivos, hay pocas pruebas que demuestren que constituyen un riesgo mayor para la salud de la mayor parte de la gente. De hecho, gracias a algunos de estos aditivos, los estadounidenses gozan hoy de la más extensa y segura variedad de alimentos en la historia.

Para poder añadir un nuevo aditivo a los alimentos, el fabricante debe primero solicitar la aprobación de la FDA y demostrar que el aditivo es seguro para el uso que se le pretende dar. Con base en los mejores estudios científicos, la FDA a su vez considera la composición y propiedades de la sustancia, las cantidades probables que se consumirían, sus posibles efectos a largo plazo y su inocuidad.

Si el aditivo es aprobado, la FDA puede emitir reglamentaciones sobre el tipo de alimentos en que se utilizara, las cantidades máximas y como deberá identificarse en la etiqueta. No todos los aditivos son producto de la tecnología moderna. Nuestros antepasados usaban la sal para conservar carnes y pescado, agregaban hierbas y especias para mejorar el sabor de los alimentos, y conservaban las frutas con azúcar. Estos aditivos tradicionales se siguen usando por que a lo largo del tiempo han demostrado ser seguros.

Los aditivos mas comunes son los edulcorantes y la sal; se usan para aumentar el sabor y para retardar el deterioro de los alimentos. Muchos otros aditivos ofrecen sus propios beneficios para la salud, entre los que se encuentran el calcio, el ácido ascórbico (vitamina C), la vitamina E, beta carotenos y otros antioxidantes que evitan que las grasas se vuelvan rancias y que también pueden proteger contra el cáncer, los padecimientos cardiacos y otras enfermedades.

La mayoría de los aditivos para alimentos son sin duda seguros, pero hay algunas excepciones y, de vez en cuando, uno es eliminado del mercado. Hace unos años por ejemplo, se prohibió el uso del colorante artificial FD&C rojo No. 2, pues existen sospechas de que pueden causar cáncer. Por otro lado, en algunos casos ciertas medidas controvertidas han desatado preocupaciones acerca de grupos completos de aditivos. Los edulcorantes artificiales son uno de esos ejemplos.

En 1951 la FDA aprobó el uso de ciclamatos como edulcorante artificial. Posteriormente en 1969, un, grupo de investigadores reporto que había un incremento aparente en la incidencia de cáncer en ratas que habían sido alimentadas con grandes cantidades de ciclamatos, lo que llevó a la FDA a prohibir su uso. Desde entonces docenas de estudios no han aprobado la relación entre el cáncer y los ciclamatos, los que se usan sin problemas aparentes en Canadá y por lo menos otros 40 países.

A pesar de numerosas peticiones, la FDA no ha retirado la prohibición sobre los ciclamatos; sin embargo, cuando la sacarina, otro popular edulcorante artificial, tuvo problemas similares a los principios del decenio de 1970, el apoyo de los consumidores disuadió a la FDA y al congreso de prohibirla. Y el aspartame, otro edulcorante artificial, se aprobó a pesar de la preocupación acerca de posibles efectos para las personas que padecen un raro padecimiento metabólico hereditario, la fenilcetonuria. Algunos estudios también sugieren que empeora los ataques epilépticos, pero millones de personas lo utilizan sin mayores problemas.

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