La Actividad y el Reposo

La conexión mente-cuerpo no se produce en un solo sentido. Así como sus pensamientos y emociones influyen en como se siente su organismo, el trato que de a su cuerpo afecta su mente.

De hecho, la investigación ha probado que el ejercicio regular no solo es bueno para el corazón y los pulmones; también estimula su capacidad intelectual.

Otros estudios mostraron que las personas activas tienden a tener reflejos más rápidos y a pensar más rápido. No es necesario realizar una cantidad increíble de ejercicio para obtener beneficios. Si practica algún tipo de ejercicio aeróbico, como caminar durante 20 minutos, tres veces a la semana, usted notara los resultados.

Para la salud del cerebro, el ejercicio es tan importante como el reposo. Aunque durante el sueño el cuerpo esta descansando, el cerebro realiza una actividad sorprendente. Necesita ese tiempo para organizar la información que se recibe durante la vigilia: por eso es difícil seguir la pista de las cosas cunado no se ha dormido lo suficiente.

Por supuesto, cada quien necesita diferente cantidad de sueño. A casi todos les basta con lapso de seis a ocho horas de sueño para reponerse y estar bien al día siguiente.


Sea Optimista

Usted es lo que piensa y, si es pesimista, pensar puede ser peligroso para su intelecto. “Desde hace tiempo se sabe que las personas actúan con base en las percepciones que tienen de si mismas”. “Los optimistas tienden a emprender actividades que los hacen esforzarse, y los pesimistas renuncian y dicen: “No vale la pena”. Y si usted se frena, sus habilidades mentales declinaran también.

Al enfrentarse a su trabajo, al criar a sus hijos y al ganar el dinero para pagar las cuentas, no siempre es fácil ser optimistas. Por ello se recomienda llevar un diario para tomar nota de al menos 20 cosas buenas que le ocurrieron ese día. Hasta lo mas insignificante cuenta, como encontrar un dólar en el piso.

Si tiene esta actitud constantemente, encontrará más positiva la percepción de si mismo y de su vida en general. A la vez, será más probable que usted acepte nuevos retos y mantenga su cerebro activo. También es una buena idea buscar nuevas perspectivas, aun que esto implique fracasar en ocasiones. “Aceptar riesgos incrementa su pasión porque usted empeña su alma ante la mirada de todos. Aun sí fracasa, se ve obligado a pensar en el problema con más profundidad y a buscar otras soluciones para resolverlo”.